El presidente de El Salvador, Nayib Bukele irrumpió este domingo en el Parlamento escoltado por militares y policías fuertemente armados, escenifica la crisis interna y el pulso sin precedentes que se está viviendo en el país centroamericano.
Bukele fue al Congreso para exigir a los diputados la aprobación de un préstamo de 109 millones de dólares para financiar su plan contra las pandillas, llamando incluso a la insurrección popular si el legislativo no da el brazo a torcer.
Bukele llama a la insurrección popular
Ante la imposibilidad de votar el crédito por falta de quórum, pues solo estaban presentes 20 de los 84 diputados, el mandatario pronunció una oración desde la tribuna, antes de dirigirse a las miles de personas que le esperaban en el exterior del Parlamento.
“Si estos sinvergüenzas no aprueban esta semana el Plan de Control Territorial, los volvemos a convocar aquí el domingo, le volvemos a pedir sabiduría a Dios y le decimos: Dios, tú me pediste paciencia, pero estos sinvergüenzas no quieren trabajar por el pueblo -dijo Bukele- _. Si no aprueban el p´restamo el Consejo de ministros los va a volver a citar y si aún así no lo aprueban, el pueblo deberá poner en práctica el artículo 87 de la Constitución“.
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Este artículo 87 reconoce el derecho del pueblo a la insurrección para “restablecer el orden constitucional alterado.
Bukele versus Congreso, ¿se ha quebrado el orden constitucional?
Nayib Bukele, el presidente experto en agitar las redes sociales, ha creado una situación que, según algunos, quiebra el orden constitucional, pero en la que cuenta con el apoyo firme de sus seguidores.
“No pueden contra el pueblo. Definitivamente ellos nos fallaron y aquí estamos, en lucha de pie con nuestro presidente”, asegura una mujer.
Al igual que otras instancias internacionales, la Unión Europea pide que se respete la independencia de las instituciones y que el ejecutivo y al legislativo salvadoreños que resuelvan de forma pacífica la situación.
