Un pequeño pueblo suizo en peligro de extinción tras de un éxodo de residentes ha encontrado una forma novedosa de cambiar su suerte. Albinen, una pintoresca aldea cerca de Leukerbad en Valais, ha visto su población reducida a solo 240 personas. La escuela local se ha visto obligada a cerrar y muchas de las casas en el pueblo solo sirven como casas de vacaciones, quedando vacías durante la mayor parte del parte del año.
Ahora sus habitantes, en un intento por revitalizar la aldea, votarán una propuesta para ofrecer dinero contante y sonante a nuevas familias a cambio de establecerse allí. Los adultos pueden recibir 25.000 francos cada uno (21.500 euros) mientras que los niños recibirían 10.000 francos (8.500 euros), un total de 60.000 euros para una familia de cuatro personas. Pero hay algunas condiciones.
Los candidatos a residentes deben ser menores de 45 años y estar dispuestos a permanecer en el pueblo un mínimo de diez años. La propiedad que compren o construyan también debe tener un valor al menos 200.000 francos (171.500 euros) y se requiere que sea su residencia principal.
Las autoridades del pueblo están convencidas de que esta política es asequible y representa una inversión real en el futuro de Albinen, a pesar del desembolso inicial. Cualquiera que acepte la oferta sin duda se beneficiará de un aire de montaña vigorizante y de las vistas increíbles sobre el Valle del Ródano.
Los empleos en el pueblo son escasos, pero las ciudades de Visp y Sion están a poca distancia en coche, Berna está a unas dos horas en tren o en automóvil y Ginebra a menos de tres horas de distancia. Albinen no es el único pueblo suizo que lucha por su supervivencia. El pequeño pueblo de Corippo, con 13 habitantes, acaba de anunciar planes para convertirse en un hotel gigante en un intento por evitar la extinción.