El X-59 QueSST , el primer avión pilotado que desarrolla la NASA en 30 años –en esta ocasión conjuntamente con Lockheed Martin –, encara las últimas fases de su desarrollo, para convertirse en el primer nuevo avión supersónico que despega desde que el Concorde lo hiciera por última vez en 2003.
El pasado 16 de diciembre, la NASA anunciaba, en un comunicado, que se había “autorizado el ensamblaje final y la integración de los sistemas del aeroplano, tras una exhaustiva revisión del proyecto realizada por altos ejecutivos en la sede de esta agencia en Washington”.