“Estúpido es el que hace estupideces”. La gran ironía de Forrest Gump es lo profundas que son en realidad las frases que decía. Un poco como el opuesto del personaje de Peter Seller en el clásico Desde el Jardín (Being There). Todo el mundo pensaba que el jardinero Chance era brillante, pero en realidad era bastante bobo, aunque un bobo que (spoiler alert) podía caminar en agua.
Por si no le entendiste, lo que Gump quería decir es que uno es lo que hace. En otras palabras, no importa qué tan inteligente crees que eres o que debas ser, si siempre estás haciendo cosas tontas, eres un tonto.
Estoy seguro de que esto acaba de ofender a la gente políticamente correcta. ¿Quieres saber lo que les diría? Que el estúpido es el que hace estupideces. Si no puedes discutir algo tan elemental como la inteligencia humana por miedo a ofender a alguien, no me importa lo listo que crees que eres, estás rebajando tu inteligencia.
Los inteligentes son ridículamente importantes y te voy a decir por qué. La gente inteligente toma decisiones inteligentes y ése es el factor más importante a la hora de determinar cómo te va en la vida.
Una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar es la de rodearte de gente inteligente en tus relaciones laborales. Y aclaro, no me refiero a los que creen que son inteligentes pero hacen cosas tontas, sino a los verdaderamente inteligentes. Como no llevamos métricas de nuestra inteligencia en la frente, aquí te dejo algunas formas de saber si alguien es inteligente o no. Revisa esta lista que empieza con lo obvio.
1. Toman decisiones inteligentes
La gente inteligente sabe que sus acciones tienen consecuencias. También saben que los resultados en los negocios se consiguen una decisión a la vez. En otras palabras, unas cuantas llamadas no te harán omnipotente. Para tomar buenas decisiones de manera constante necesitas disciplina y concentración.
2. No tienen todas las respuestas
Hay un viejo dicho que va: “Aquéllos que creen saberlo todo están molestando a los que sí lo sabemos todo”. Suena gracioso, pero si lo dices en serio es bastante molesto. La gente inteligente no necesita una reafirmación constante de su inteligencia, por lo que no actúan como cerebritos que lo saben todo, sino que son lo suficientemente inteligentes para entender lo mucho que no saben.
3. Aprenden de sus errores
Desde nuestros primeros pasos hasta los últimos, todo en la vida lo aprendemos a prueba y error. Todos cometemos errores porque es la forma en la que aprendemos. La gente inteligente aprende de ellos. Después de todo, si no te enfrentas a la realidad y te juzgas con honestidad nunca podrás mejorar.
4. Se rodean de gente inteligente
Un hombre no es una isla. Hay individuos inteligentes, pero los equipos inteligentes trabajan mejor. Puede que Steve Jobs haya sido un controlador obsesivo, pero aún así se aseguró de que por lo menos ocho o nueve personas en su equipo fueran los más talentosos que encontró y les enseñó a hacer lo mismo con sus equipos. Eso es ser inteligente.
5. No se les cierra el mundo
Como la inteligencia humana es una ventaja evolutiva (digamos que no tenemos una neocorteza cerebral nada más porque sí), la gente inteligente suele ser más adaptable y creativa a la hora de utilizar su entorno para lograr resultados.
6. Pueden razonar
Nunca podré entender esto: incluso cuando les presentas evidencia irrefutable de su error, hay personas que no son capaces de aceptar que se equivocaron, y se aferran a su error como si su vida dependiera de ello. Sin pensamiento crítico, razonamiento lógico, causalidad y método científico seguiríamos viviendo en la Edad Media.
7. No siguen modas
Vivimos en la época de oro de las modas y la pseudo ciencia. Francamente, nada representa mejor la confusión de nuestra sociedad como lo que se retrató con tanta precisión en Idiocracy, la parodia futurista de Mike Judge. El Urban Dictionary la describe como “una película que nació siendo una comedia pero se convirtió en un documental”. Cierto.
8. No gastan lo que no tienen
No me malinterpretes, todos nos excedemos un poco cuando somos jóvenes, pero una vez que has logrado algo que no quieres perder, no es nada inteligente arriesgar tu estilo de vida gastando más de lo que tienes.
9. Suelen ser sus peores enemigos
Considerando lo desarrollados que son nuestros lóbulos frontales, todos tenemos, por lo menos, un punto ciego emocional que nos persigue. En muchas ocasiones esto suele ser lo opuesto a lo que los hace tan inteligentes. Como el Ying y el Yang, ambos se necesitan para coexistir.
10. No siempre son los emprendedores más exitosos
En mi opinión, cuando de negocios se trata, la inteligencia es necesaria pero no lo es todo. Y no estoy hablando de gente tramposa que hace negocios turbios ni de alguien que construyó su fortuna con una sola buena decisión comercial. Para crear y dirigir un negocio exitoso a lo largo del tiempo tienes que ser listo. Punto.