Mientras los líderes mundiales deciden cómo enfrentar el cambio climático en la COP 25 de Madrid, los científicos continúan aportando pruebas de la urgencia de actuar.
Esta semana dos estudios alertan de la situación alarmante a la que se enfrenta el Círculo Polar Ártico por el calentamiento global.
El primer informe advierte que el derretimiento del hielo de Groenlandia se está produciendo a un ritmo siete veces superior al de los años 90. La pérdida de hielo equivale al peor de los escenarios posibles presentados por los expertos de Naciones Unidas.
Bajo este escenario el nivel de los océanos podría subir 150 milímetros adicionales a los 60 centímetros que se calculan actualmente para el año 2010.
Esto afectaría a unos 400 millones de personas a inundaciones costeras.
Además el derretimiento a los niveles actuales tiene efectos en el clima, las corrientes marinas y atmosféricas o en la composición de los océanos que aún se desconocen. “Es un área de investigación muy activa” nos dice Ruth Mottram del Instituto Meteorológico Danés “los efectos todavía no son muy obvios y son motivo de discusión entre los expertos. En el Ártico, por ejemplo los grandes ríos siberianos ya vierten grandes cantidades de agua dulce así que el sistema puede gestionarla en cierta medida. Está menos claro cuales son los efectos por ejemplo en el Atlántico”.