Lula da Silva: “Para el Gobierno de Bolsonaro la democracia es un estorbo”

En una de sus primeras entrevistas tras pasar 580 días en prisión, el expresidente se pregunta por qué Jair Bolsonaro le tiene miedo a la calle si apoyó las manifestaciones contra Dilma

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Lleva años repitiendo que nunca se retiraría de la política. Y aquí está a los 74 años, tras dos mandatos de presidente, un cáncer y 580 días encarcelado por corrupción, el séptimo hijo de una pareja de agricultores analfabetos, el chaval que tuvo que dejar la escuela aunque era brillante, el metalúrgico que se convirtió en líder sindicalista a golpe de huelga durante la dictadura, el presidente de la República que sacó a millones de la pobreza y colocó a Brasil, por unos años, entre los grandes. Lula da Silva (Caétes, Pernambuco, 1945) detalla a EL PAÍS sus planes de futuro en una de sus primeras entrevistas tras ser excarcelado por decisión del Tribunal Supremo. Veinte días después de salir libre y mientras se juzga uno de sus recursos, recibe a este periódico este miércoles en la sede del Partido de los Trabajadores (PT) en São Paulo porque sigue tan enganchado a la política como siempre aunque inhabilitado para ser candidato. Horas después, un tribunal ha ratificado su segunda condena y ha elevado la pena de 12 a 17 años.