SANTO DOMINGO.-El Gobierno prepara el marco jurídico para la venta de las plantas de carbón de Punta Catalina, y ha recibido ofertas de compra de varios inversionistas, incluyendo de Estados Unidos.
Con ese objetivo, el pasado 14 de octubre, el Ministerio de Hacienda solicitó a las empresas distribuidoras de electricidad (Edeeste, Edenorte y Edesur) ceder a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y al Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper) las acciones que poseen en Punta Catalina.
Esto se debe a que las EDE son las propietarias legales de la central termoeléctrica, ya que la CDEEE firmó el contrato de diseño y construcción de las dos plantas de carbón de 674.78 megavatios netos en representación de las empresas distribuidoras.
Los nuevo dueños
Lo que persigue el Gobierno, según un comunicado publicado por Edeeste en espacio pagado en un medio de circulación nacional, es que la CDEEE y el Fonper constituyan una sociedad que los convierta en los nuevos dueños de la central.
Por eso la Edeeste convocó a todos sus accionistas a participar de una Asamblea General Extraordinaria en la que discutirán la cesión total o parcial de sus derechos, obras, beneficios y obligaciones en Punta Catalina.
También analizará autorizar al vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Bichara, y al director del Fonper, Fernando Rosa, para firmar todos los documentos que sean necesarios para constituir la nueva sociedad accionaria de Punta Catalina.
Fernando Rosa dijo a EL DÍA que las acciones que cederían las EDE a la CDEEE y al Fonper serían mínimas, pero no especificó la magnitud.
Venta en $350 millones
A principios de año el Gobierno contrató la firma norteamericana Guggenheim Securities, la cual está haciendo un proceso de licitación pública internacional para conseguir un socio privado que administre la termoeléctrica.
A ese socio el Gobierno le pretende vender el 50% de las acciones de las dos plantas de carbón de 337.39 megavatios cada una, y se quedaría con el otro 50%.
No se sabe en cuánto se realizaría esa operación, pero el ministro de Hacienda, Donald Guerrero, estima que la central debe salir al mercado a un precio de US$2,500 millones (70% correspondiente al financiamiento y 30% de capital).
De modo que si el Gobierno cede el 50% del capital, estimado en US$750 millones, estaría recibiendo la mitad de ese monto, que es US$375 millones.
“Bajo ese esquema estaríamos facilitando la devuelta de US$375 millones de capital vendido, más 1,750 del refinamiento de la planta, que se haría fuera de los libros de operación gubernamental”, explicó el funcionario en una entrevista en la que justificó la decisión del Gobierno de vender parte de la empresa.