La Secretaría General de la OEA, en cabeza de Luis Almagro, respaldó el trabajo del grupo auditor y manifestó que “la primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada”.
“El proceso electoral debe comenzar nuevamente, efectuando la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral”, señaló en otro comunicado la Secretaría General.
Además, puntualizó que “la situación en el país exige a los actores gubernamentales (primordialmente) y políticos de las diferentes opciones, así como a todas las instituciones actuar con apego a la Constitución, responsabilidad y respeto por las vías pacíficas”.
La Secretaría aclaró que “se entiende que los mandatos constitucionales no deben ser interrumpidos, incluido el presidente Evo Morales”, y reiteró su llamado a “evitar los desbordes de violencia”.
Bolivia enfrenta una grave crisis desde la proclamación de Morales como ganador de los comicios, los cuartos a los que se presentó desde su llegada al poder en enero de 2006.
La oposición y movimientos cívicos han denunciado que hubo un fraude electoral, por lo que exigen la renuncia del mandatario y la convocatoria de nuevas elecciones. Las protestas han causado al menos tres muertos en enfrentamientos entre partidarios y contrarios a Morales y 384 heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo.
En el documento, de 13 páginas, el grupo de auditores alertó que se encontraron “irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas”. Además, sobre el componente informático los expertos indicaron que se “descubrieron fallas graves de seguridad en los sistemas tanto TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) como del cómputo final”.
Los especialistas, entre los que se encontraban abogados electorales, estadísticos, peritos informáticos, especialistas en documentos, en caligrafía, en cadena de custodia y en organización electoral, alertaron de una “una clara manipulación” en la transmisión de datos.
“Las manipulaciones al sistema informático son de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave”, anotaron en su informe. Entre las irregularidades mencionaron “la existencia de actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas”, así como otras “inconsistencias”.
“De 176 actas analizadas de la muestra que habían sido escrutadas en Argentina, el 38,07 % presenta inconsistencias con el número de ciudadanos que sufragaron. Es decir, las actas reflejan un número mayor de votos que el total en las listas índice”, detalló el informe a manera de ejemplo.
Y aunque los expertos admitieron que “teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo”, puntualizaron que “resulta improbable estadísticamente” que el actual presidente “haya obtenido el 10 % de diferencia para evitar una segunda vuelta”.
El pasado lunes, el canciller de Bolivia, Diego Pary, denunció ante la OEA en Washington un “golpe de Estado en camino” en su país, del que responsabilizó al líder del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y al candidato y expresidente de ese país, Carlos Mesa, quien se ubicó en segundo puesto en la votación de octubre.
No desechó, sin embargo, la posibilidad de una segunda vuelta. Este domingo y tras conocerse el informe de la OEA, Morales anunció la convocatoria de nuevas elecciones generales y manifestó que se acordó la derogación de todos los miembros del Tribunal Supremo Electoral.