n Bolivia, la presión en las calles ha obligado al presidente Evo Morales a tender la mano, en busca de un diálogo que sus opositores rechazan.
La situación es cada vez más complicada: unidades policiales sublevadas, medios de comunicación estatales tomados por manifestantes y la casa de una hermana de Morales y de dos gobernadores quemadas.
“Está en marcha, como ustedes saben, hermanos de la prensa, un golpe de Estado. Un golpe de Estado contra un Gobierno democráticamente electo”, insistía Evo Morales, presidente de Bolivia, antes de hacer un llamamiento al diálogo.
_”Convoco al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales. Son cuatro partidos. Convoco, con una agenda abierta, a debatir para pacificar Bolivia”, señalaba Morales. _
Carlos Mesa dice “no”
Y así respondía el excandidato presidencial Carlos Mesa a la propuesta de diálogo de Morales, para intentar resolver la crisis política y social abierta tras las presidenciales del pasado 20 de octubre.
“No tengo nada que negociar con Evo Morales y su Gobierno. Y no tengo nada que negociar porque el presidente de Bolivia pretende endilgarle a una parte de la sociedda boliviana, nosotros los partidos políticos, una responsabilidad que es exclusivamente suya”, decía Carlos Mesa, líder de Comunidad Ciudadana.