La matanza de 14 policías en México ha dado paso a un ofensiva oficial contra los narcotraficantes en la estado de Michoacán, en el oeste del país.
Los policías asesinados formaban parte de un grupo de 41 que, a bordo de cinco patrullas, iban a recoger a una mujer y a su hija para llevarlas ante un juez de la región. Fueron víctimas de una emboscada por parte de hombres armados del poderoso cártel Jalisco Nueva Generación que les acribillaron a balazos y con granadas de fragmentación.
Dos de las cinco patrullas quedaron calcinadas. En las otras se encontraron misivas del cártel advirtiendo de nuevos atentados contra las fuerzas de seguridad.
Agentes de la policía estatal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano han iniciado una ofensiva en la región y ya están patrullando por comunidades, carreteras y caminos de Aguililla, donde ocurrió el ataque.