SANTO DOMINGO.-El Partido de la Liberación Dominicana transita una pendiente que lo conduce a lo que se vislumbra como una inevitable división, ante la negativa del expresidente Leonel Fernández de aceptar los resultados de unas primarias la cual ha denunciado como fraudulentas y violatorias de la voluntad popular.
Todo el proceso interno del PLD estuvo acompañado del fantasma de la división, como consecuencia de las pugnases diferencias entre las facciones de Fernández y del presidente Danilo Medina, pero hasta el momento siempre supieron encontrar una salida negociada.
El punto de inflexión se produjo cuando el mandatario se resignó a no buscar una reforma constitucional que le permitiera reelegirse para un tercer periodo, y en su discurso no ocultó el dolor por la oposición del grupo de Fernández, que hasta llegó a ponerle el estigma de “dictador” o de que una reelección estaría dando paso a una dictadura.
Ese 22 de junio dejó marcada la ruptura definitiva entre los dos grandes líderes del partido que en diciembre de 1973 fundó Juan Bosch.
La maquinaria danilista hasta ese momento tenía como objetivo habilitar al actual Presidente para una reelección, pero cambió de rumbo, ahora con el propósito de cerrarle el paso a Fernández en su carrera por la candidatura presidencial del PLD.
En la escena entró Gonzalo Castillo, usado como punta de lanza para enfrentar a Fernández. Su figura fue proyectada en base a una intensa campaña fundamentada en publicidad convencional y copiosa, hasta posicionarlo de tal manera que empezó a verse la posibilidad de derrotar al exmandatario.
El pasado domingo, en medio de una verdadera guerra de dinero y estrategias, se celebraron las primarias y se produjo lo que para mucho parecía imposible: Gonzalo Castillo en 67 días logró aventajar a Fernández cuando la Junta concluyó su escrutinio electrónico.
Proclama fraude
Fernández atribuyó el resultado adverso dado por la JCE a un fraude electrónico y desconoció los resultados, iniciando un proceso político-legal durante el cual ha pedido hasta la anulación de las primarias en el nivel presidencial del PLD.
El grupo del expresidente logró demostrar su ascendencia en las bases del partido fundado por Juan Bosch, pues logró un amplio caudal de votos, pese a que en el equipo de Castillo estaban la casi totalidad de los ministros y directores generales del Gobierno, la mayoría del Comité Político y más de la mitad de los del Comité Central y presidentes provinciales o municipales.
Señales de división
En medio de esa disputa, parte del equipo más cercano de Fernández ha empezado a dejar claro que este será candidato presidencial en mayo de 2020, independientemente del resultado del actual “match”.
Fernando Fernández, delegado técnico del exmandatario ante la Junta, así lo expresó, aunque haciendo la salvedad de que sus reclamos son para que se anulen las primarias.
Los obstáculos
Fernández tiene varios obstáculos que sortear en caso de que decida hacer tienda aparte, pues la Ley de Partidos Políticos establece que en los comicios siguientes no pueden terciar para la misma posición quienes participaron en procesos internos de una organización política.
Sus leales alegan que el exmandatario no tendría impedimento por tratarse de un proceso que ellos afirman es defectuoso y porque además la Constitución de la República le garantiza el derecho de elegir y ser elegido.