El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido este 10 de octubre de que “abrirá las puertas” de Europa a los refugiados sirios si la UE define su operativo en el norte de Siria como una ocupación.
“Abriremos las puertas y enviaremos a 3,6 millones de refugiados“, ha aseverado el mandatario durante un discurso televisivo ante legisladores de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
Además, el presidente ha respondido a ola de críticas por parte de otros países, entre ellos Arabia Saudita, que fue provocada por el inicio del operativo en el norte de Siria. En ese contexto, Erdogan ha aconsejado a Riad mirarse al espejo y ha acusado a ese reino de llevar a Yemen a una crisis humanitaria.
Además, arremetió contra Egipto y dijo que sus autoridades son “los asesinos de la democracia en su país“. Respecto a las críticas por parte de dichas naciones, Erdogan afirmó que “no son honestos, simplemente inventan palabras”. “Nosotros, sin embargo, creamos acción y esa es nuestra diferencia”, concluyó.
Entre los Estados que rechazan la incursión de Ankara se encuentra Irán, que este 10 de octubre ha exigido a Turquía que retire sus tropas de Siria y detenga inmediatamente los ataques en el territorio del país árabe.
Incursión turca
Tropas turcas cruzaron la frontera siria la noche de este miércoles, iniciando la fase terrestre de un operativo contra las milicias kurdas, a las que el Gobierno de Turquía considera terroristas.
El movimiento forma parte de la operación ‘Fuente de paz’ —que Ankara lanzó este 9 de octubre en el norte del país árabe para “destruir el corredor del terror” en su frontera sur y “traer la paz a la región” — se produce después de que aviones turcos bombardearan decenas de objetivos en la zona durante el día.
Las fuerzas turcas han alcanzado un total de 181 objetivos de militantes con ataques aéreos y obuses desde el inicio de la operación contra la milicia kurda en el norte de Siria, informó anteriormente el Ministerio de Defensa turco.
Por su parte, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuestas mayormente por kurdos, denunciaron que los bombardeos aéreos afectaron a áreas civiles, creando “enorme pánico entre la población“, y afirmaron que una de las bombas alcanzó una prisión donde se encontraban recluidos terroristas del Estado Islámico.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima en ocho el número de civiles muertos en la operación militar turca, informa la agencia AP. Por su parte, el Centro de Información de Rojava, un colectivo activista en el noreste de Siria, reporta siete víctimas mortales civiles.