SANTO CERRO (La Vega).- Para monseñor Héctor Rafael Rodríguez, obispado de esta ciudad, resulta difícil explicarse lo ocurrido con el desarrollo del narcotráfico y la red de corrupción en el país, al margen de la complicidad estatal.
De igual manera, el prelado dijo que la sociedad está cansada “de la presencia de redes delincuenciales operando de manera impune durante años en el país, hasta con carnés de autoridades” sin que el brazo de la justicia caiga sobre ellos.
La autoridad católica en la zona vegana hizo ese y otros pronunciamientos la mañana de este martes, al pronunciar la homilía en la eucaristía principal, con motivo de la celebración del Día de Las Mercedes, patrona de pueblo dominicano y cuyo novenario concluye esta tarde.
“Estamos cansados de la sospecha social y de acusaciones de corrupción que lleva al enriquecimiento ilícito; de ver asomos de impunidad que inspira a los demás ciudadanos a tomar lo ajeno sin ningún temor ni remordimiento, por la debilidad del régimen de consecuencias”, expresó previamente monseñor Rodríguez.
Ante la presencia de conocidas figuras políticas que asistieron a la ceremonia, entre ellas Luis Abinader y Eduardo Estrella, así como legisladores provinciales y de la capital, Rodríguez mostró su confianza de que, si llegan a ostentar el poder, no actúen de esa manera.
“Esperamos que las nuevas generaciones de políticos, unidas a las viejas que son íntegros, no vengan contaminados con estas toxinas venenosas en su sangre”, planteó.
En otro aspecto de sus planteamientos, monseñor Rodríguez hizo un llamado a los políticos para que practiquen una política decente en el discurso, en el roce entre los candidatos, en los funcionarios y en acciones de cara a la sociedad.
Al tiempo de aclarar que nada tiene contra los partidos políticos, dijo que esas deben ser las armas del sistema partidario “porque si son partidos habrá gente ideológicamente contraria, pero no visceralmente opuestas”.
Asimismo, llamó a poner en práctica lo que definió como “bienestar de la ecología social”, que significa la armonía, el respeto, la alegría y la paz en la sociedad.
Pidió que tal cosa no se rompa tanto en la precampaña como en la próxima siguiente contienda electoral, evitándose la invasión de loe espacios públicos, la contaminación visual “y, en algunos casos, hasta pronunciamientos ofensivos, porque los políticos tienen que ser referentes para la población”.
Los invitó a que no siembren indignación, desasosiego y desesperación en el corazón del pueblo, así como eliminar la compra de conciencia “porque su misión es propiciar el bienestar común, no alterarlo, impedirlo ni arruinarlo”.