Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, la fuerza de élite iraní, mostraron este sábado en Teherán una serie de drones interceptados y derribados cuando violaban el espacio aéreo del país. Casi todos ellos presentan daños mínimos y permanecen casi intactos.
La exposición de los vehículos aéreos no tripulados se produce en un momento de creciente tensión en el golfo Pérsico, tras los recientes ataques con drones y misiles contra refinerías petroleras de Arabia Saudita, que EE.UU. atribuye a Irán.
Entre los drones mostrados al público figura el estadounidense RQ-170 Sentinel, interceptado por Irán en 2015 cuando sobrevolaba la ciudad de Kashmar cerca de la frontera con Afganistán, y un RQ-4 Global Hawk —también de EE.UU.— que la Guardia Revolucionaria derribó en el estrecho de Ormuz en junio de este año; así como el británico Phoenix.
Los iraníes identificaron el Global Hawk como una versión avanzada del MQ-4C Triton, aunque en EE.UU. insisten en que solo fue un prototipo del RQ-4A construido durante el desarrollo del Triton.
La exposición también hizo hueco a drones más pequeños, como un Hermes israelí, un estadounidense RQ-7 Shadow o ScanEagle. Otro dron derribado por las fuerzas iraníes parece ser una versión del MQ-1 Predator interceptado, según algunas informaciones, en 2016, aunque se desconocen las circunstancias exactas de cómo el aparato terminó en las manos de Teherán.