Una alimentación sana, acompañada de actividad física forma parte esencial en un estilo de vida saludable en el paciente diabético.
El doctor Jimmy Barranco, nutriólogo clínico de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), dice que el manejo integral de este paciente se fundamenta en tres pilares que son la alimentación, la terapia farmacológica (antidiabéticos orales y/o insulina) y ejercicio.
El galeno explica que en relación a la alimentación es importante señalar que no existe una “dieta especial para diabéticos”, en vista de que el manejo nutricional consiste en una alimentación saludable que le permita mantener un peso corporal adecuado, un buen control metabólico (glucemia, colesterol y triglicéridos) y el control de la presión arterial.
“La diabetes mellitus tipo-2 es aquella que afecta más a las personas mayores de 35 años de edad, aunque los niños y los adolescentes no escapan de ella, debido a los cambios en el estilo de vida que incluyen una alimentación muy poco saludable”, añade el especialista.
El nutriólogo destaca que según la Sociedad Americana de Diabetes (ADA), los objetivos de la dietoterapia en los pacientes con esta patología son: promover los patrones de alimentaciónsaludable, mediante la selección de porciones adecuadas de alimentos de alta densidad nutrimental (ricos en nutrimentos) con el fin de mejorar su salud global, alcanzar y mantener un peso corporal saludable, retrasar y detener las complicaciones de la diabetes.
Metas individuales
Sugiere, también, alcanzar metas individuales en el control de los niveles de azúcar en la sangre (glucemia), control de los lípidos o grasa en sangre (colesterol y triglicéridos).
Barranco informó que busca proveer las herramientas prácticas para la adopción de patrones de alimentación saludable, en lugar de enfocarse en macronutrimentos individuales, micronutrimentos y alimentos únicos.
“Es mejor educar al paciente sobre la selección y combinación de los grupos de alimentos saludables que le proporcionen todas las sustancias nutritivas que necesita.
Poco le debe interesar qué cantidad de proteínas, hidratos de carbono (almidones), grasas, vitaminas y nutrimentos inorgánicos (hierro, magnesio, fósforo, calcio) necesita”, asevera Barranco.
Considera también que es mejor enfocarse en los grupos de alimentos: cereales y tubérculos, lácteos, cárnicos, frutas, verduras (vegetales), leguminosas (habichuelas, gandules, habas, lentejas…) y el tipo de grasa o aceite que debe consumir.
El médico enfatiza que el alto consumo de carnes rojas procesadas, lácteos enteros, granos refinados, bebidas azucaradas, dulces y postres aumenta el riesgo de diabetes en un 60%, pero afortunadamente, el alto consumo de frutas, verduras (vegetales), granos integrales, incluyendo el consumo de nueces, pescados y aves sin piel, reduce en un 30% la probabilidad de padecerla.
Precisa que los azúcares naturales presentes en las frutas y los vegetales no aumentan el riesgo de padecer diabetes, debido a que estos alimentos son muy ricos en fibras.
Al contrario, se ha demostrado que el consumo de una porción de fruta al día reduce el riesgo en un 7-13%.
Cuidado con el alcohol
En relación al consumo de alcohol, Barranco explica que los adultos con diabetes podrían consumirlo con moderación: no más de una bebida al día para las mujeres y no más de dos bebidas los hombres, evitando las mezclas de alcohol con jugos.
Además, recomienda ingerir algún alimento antes de tomar alcohol y para evitar el exceso de calorías, el nutriólogo debe considerar el valor energético (calórico) del alcohol, ya que éste aporta siete calorías por gramo, un aporte cercano al valor de las grasas (nueve calorías por gramo).