De acuerdo con The Wall Street Journal, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hablado con asesores y aliados sobre la posibilidad de que Estados Unidos compre Groenlandia.
Algunos de ellos han apoyado la idea, diciendo que sería una buena jugada económica, mientras que otros lo descartan como una fascinación fugaz que nunca se concretará.
Incluso si el esfuerzo fuera serio, tampoco está claro cómo los EU harían para adquirirla.
Con una población de aproximadamente 56 mil habitantes, Groenlandia es una parte autónoma del Reino de Dinamarca, y aunque su gobierno decide sobre la mayoría de los asuntos internos, Copenhague se encarga de la política exterior y de la seguridad.
Está previsto que Trump haga su primera visita a Dinamarca a principios del próximo mes, aunque la visita no está relacionada con su idea de compra.
Los pocos funcionarios de la Casa Blanca que habían oído hablar de la idea la describieron como algo anticipado, ya que aún se desconoce hasta qué punto el presidente podría realmente llevar a cabo la compra.
No sería la primera vez…
Esta no sería la primera vez que un mandatario estadounidense piensa en la idea de comprar la isla más grande del mundo.
En 1946, Estados Unidos propuso comprar la isla ártica a Dinamarca por 100 millones de dólares, después de coquetear con la idea de intercambiar terrenos en Alaska por partes estratégicas de Groenlandia.
Los funcionarios estadounidenses ven a Groenlandia como importante para los intereses estadounidenses de seguridad nacional.
Un tratado de defensa de hace décadas entre Dinamarca y los Estados Unidos otorga al ejército estadounidense derechos virtualmente ilimitados en Groenlandia en la Base Aérea Thule.
Dicha base se encuentra ubicada a 750 millas al norte del Círculo Polar Ártico e incluye una estación de radar que forma parte de un sistema de alerta temprana de misiles balísticos de EU.
La base también es utilizada por el Comando Espacial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte.
La pregunta que queda entre sus asesores es si entonces EU podrían usar Groenlandia para establecer una presencia militar más fuerte en el Ártico.
Sin embargo, ni la Casa Blanca, ni la Casa Real de Dinamarca han dado comentarios al respecto.