El término lo acuñó el físico Irving Langmuir en 1928 para definir ese gas ionizado dotado de una alta conductividad eléctrica tan abundante en el medio interplanetario, interestelar e intergaláctico, así como en las estrellas y los vientos solares.
También llamado cuarto estado de agregación de la materia (tras los estados sólido, líquido y gaseoso), en la Tierra hay plasma de forma natural en ciertas capas de la atmósfera (magnetosfera e ionosfera) así como en las auroras y vientos polares, los rayos y en el denominado fuego de San Telmo.
Los 4 estados de la materia
- Estado sólido: en este estado los átomos que conforman la materia están fuertemente cohesionados y apenas cambian de forma o de volumen.
- Estado líquido: la cohesión entre moléculas es menor, la materia es fluida y ocupa un volumen constante y la forma del contenedor.
- Estado gaseoso: Las moléculas no están unidas, apenas se atraen entre sí. En este estado la materia, muy poco densa, no tiene ni forma ni volumen fijo.
- Plasma: Es un estado parecido al gas, pero compuesto por átomos ionizados, donde los electrones circulan libremente. Calentando un gas se puede obtener plasma.