No es inusual que la audaz firma de diseño holandesa MVRDV cree estructuras sorprendentemente experimentales, después de todo, esta es la compañía que nos ha dado todo, desde una torre de oficinas transparente hasta una casa con forma de letra “Y”. Ahora ha entregado una de las bibliotecas de aspecto más singular que jamás hayamos visto, la Biblioteca Binhai de Tianjin. 
La notable biblioteca, diseñada en colaboración con el Instituto de Planificación y Diseño Urbano de Tianjin (TUPDI), se concentra en torno a una esfera gigante que alberga un auditorio. Visto a través de una ventana con forma de ojo en la fachada del edificio, el auditorio aparece como un alumno, con el diseño que lleva a la biblioteca a ser coloquialmente conocida como “el Ojo de Binhai”. Alrededor de esta esfera gigante hay estanterías adosadas que se asemejan a un mapa topográfico en capas que continúa hacia arriba en el techo. “El interior de la Biblioteca Tianjin Binhai es casi como una cueva, una estantería continua”, explica Winy Maas, cofundador de MVRDV.
Además de sostener libros, los estantes ondulantes actúan como escaleras y asientos, lo que permite a las personas habitar el espacio de manera integral. Maas describe el diseño como una “sala de estar urbana”. “Las estanterías son un gran espacio para sentarse y, al mismo tiempo, permiten el acceso a los pisos superiores”, agrega Maas.
“Los ángulos y las curvas están destinados a estimular diferentes usos del espacio, como leer, caminar, reunirse y discutir”.
Nuestra primera pregunta después de ver este impresionante diseño fue: “¿Cómo alguien llega a los libros que están en los estantes cerca del techo?” Decepcionantemente resulta que los libros en los estantes superiores son placas de aluminio falsas. Sin embargo, esta no era la intención original de los diseñadores de MVRDV. El plan inicial era construir acceso a los libros de la plataforma superior de las habitaciones ubicadas detrás de ellos en el atrio. 
Durante la construcción, este aspecto del diseño se cortó, en contra de las sugerencias de MVRDV, lo que no permitió el acceso a los estantes superiores. Todo el edificio se construyó en solo tres años, desde el primer boceto hasta la apertura pública. E incluso con estantes superiores inutilizables, la biblioteca puede almacenar 1,2 millones de libros. En última instancia, este es otro logro arquitectónico fantásticamente extraño de una de las firmas de gran escala más experimentales que existen.
