En la sala 308 había doce niños ingresados con dengue; las autoridades han prohibido dar informaciones a la prensa
El hambre, el sueño y la incomodidad de estar apretujados en un espacio con escasa ventilación y sin más asiento que el regazo de sus madres que, ante la falta de asientos, no tienen otra opción que sentarse en el suelo a esperar por largas horas para consultar en el Hospital Infantil Robert Cabral, detonan el llanto de niños de todas las edades que llegan hasta ese centro de salud, desbordado por los cientos de casos febriles posiblemente relacionados con el dengue.
El hacinamiento en los pasillos del área habilitada para consulta externa desnuda la cruda realidad que vive el hospital pediátrico de referencia nacional que carece de las condiciones mínimas para atender con dignidad a las madres y sus hijos que llegan de madrugada desde distintos puntos del país en busca de atención médica.
Es el caso de Mercedes Lizardo, quien al mediodía de ayer aguardaba sentada en un muro de concreto para relevar a su hija en el cuidado de su nieto de un año y nueve meses, ingresado con dengue desde el pasado sábado.
La mujer, residente en el sector Pantoja, en Santo Domingo Oeste, relata que el menor se recupera en la sala 308 junto a otros once niños que también padecen la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegipti y que según el más reciente boletín epidemiológico ha provocado la muerte a ocho infantes con edades entre 7 meses y 6 años.
“Lo trajimos el sábado y el domingo se confirmó que tenía dengue y lo ingresaron. Ahora mismo le están pasando suero y los médicos nos han dicho que lo mantengamos tranquilo”, dijo Lizardo.
A su lado, otra madre procedente de San Cristóbal dormita a la espera de los resultados del hemograma de su bebé de siete meses, afectado con fiebre desde el martes de la semana pasada.
De repente, una ligera llovizna obliga a las mujeres a levantarse rápidamente del suelo para tratar de conseguir un espacio en el estrecho salón donde entregan los tickets, en el que otras mujeres con sus hijos en brazos y vencidas por el cansancio descansan resignadas en el suelo en la cercanía de los baños.
María Isabel Casilla, residente en Haina, relata que su niño de tres años tiene cuatro días con fiebre y picazón en el cuerpo pero luego de ir a la emergencia la mandaron a consulta para determinar la causa de la misma.
Restringen información a los medios
No se sabe a ciencia cierta el promedio de casos sospechosos de dengue que están recibiendo los hospitales tras el resurgimiento de la enfermedad ya que el Ministerio de Salud Pública ha prohibido ofrecer cifras relacionadas a los medios de comunicación que deben conformarse con lo publicado en los boletines epidemiológicos y las declaraciones del ministro Rafael Sánchez Cárdenas, quien estuvo el pasado fin de semana en un operativo por Hato Nuevo en Manoguayabo para drenar las cañadas que acumulan aguas contaminadas y crean un ambiente propicio para la multiplicación de malaria y el dengue.
Es precisamente lo que narra Agustina Maldonado, quien reside en el kilómetro 17 ½ de la autopista Duarte, en las cercanías del municipio de Los Alcarrizos. “Allá hay mucho dengue han internado mucha gente en el hospital del 28, incluso una niña murió de una fiebre y después fue que se supo que era dengue”, narra la mujer, quien acudió al hospital para atender a su hijo asmático.
El ex presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, asegura que en lo que va de año en el Robert Reid Cabral lleva 23 fallecidos por probable dengue.
“No son momentos de ocultar estadísticas. Son momentos de informar la verdad y sobretodo, de buscar soluciones que eviten el dolor a tantos hogares”, dijo.
En julio había casi 5 mil casos
Según el boletín número 28, publicado el viernes pasado por la Dirección General de Epidemiología (Digepi), al 13 de julio se habían notificado 4,907 casos probables de dengue, de los cuales, el 67% fueron atendidos en centros de salud públicos (1,121); 24% en centros privados (398) y el 9% restante (142) en centros sin fines de lucro y de sanidad militar-policial.
El Ministro de Salud ha insistido en la necesidad de que los comunitarios y la población en general creen conciencia sobre la importancia de mantener sus espacios libres de criaderos, eliminando los envases que acumulan agua en los patios.
En ese sentido, se exhorta a las familias a que una vez por semana pasen un paño con cloro por encima del nivel del agua de los tanques y taparlos quince minutos después para evitar que los mosquitos depositen sus huevos. Asimismo, botar el agua acumulada en los cacharros, gomas, botellas y otros envases en los patios y alrededores de las viviendas.
Ante uno o más síntomas se debe acudir al médico
Frente a la presencia de síntomas como fiebre elevada, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, inflamación de ganglios linfáticos o sarpullido se recomienda acudir al servicio de salud más cercano. Entre los signos de alarma se encuentran: dolor abdominal intenso y continuo, vómito persistente, acumulación de líquidos, sangrado de mucosas, somnolencia o irritabilidad, hepatomegalia, entre otros.