Un reportaje del diario Intercept Brasil, del periodista inglés Glenn Greenwald, señala que el entonces juez Sergio Moro, hoy ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, y el fiscal de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, intercambiaron mensajes de texto durante la investigación del caso, algo prohibido por la Constitución y el Código Penal brasileño. La Lava Jato, que ha desencadenado procesos judiciales en varios países de América Latina, se caracterizó por reunir a un grupo fiscales del Ministerio Público Federal y al juez Moro en una unidad única. Esta aceleró las investigaciones y juicios que han condenado a un centenar de personas, entre ellas el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien cumple una pena de prisión en Curitiba desde hace un año.
Lo que revela Intercept es que el hoy ministro de Justicia orientaba las investigaciones del jefe de la Lava Jato, Deltan Dallagnol, para facilitar las condenas. Intercept tuvo acceso a mensajes intercambiados entre los integrantes de la investigación. Estos fueron enviados por una fuente anónima hace algunas semanas. Los archivos demuestran que Moro sugería fuentes, orden de las operaciones y tomaba un papel indirecto para coordinar los procesos que posteriormente juzgaría.
El reportaje, firmado por Greenwald y otros dos periodistas, cuestiona la imparcialidad del hoy ministro cuando era responsable del juicio en primera instancia de varios casos de corrupción en Curitiba. Entre ellos, el del triplex de Lula en un balneario de São Paulo, supuestamente comprado con dinero de sobornos a la constructora OAS, que se benefició con contratos de Petrobras.
En las conversaciones privadas obtenidas por Intercept, “Moro recomendó al fiscal que cambiara el orden de unas etapas de la investigación, cobró agilidad en operaciones, dio consejos estratégicos y pistas informales de investigación y anticipó al menos una decisión, criticó y sugirió recursos al Ministerio Público y retó a Dallagnol como si él fuera un superior jerárquico de los fiscales y de la Policía Federal”.
“La Constitución estableció el sistema acusatorio… en el cual las figuras del acusador y del juzgador no pueden mezclarse. En ese modelo, el juez debe analizar de manera imparcial los argumentos de acusación y defensa… Las conversaciones entre Moro y Dallagnol demuestran que el actual ministro se entrometió en el trabajo del Ministerio Público”, afirma Intercept.