Bako, de 36 años, cumplía una condena por intentos de asesinato. Aparentemente, era miembro activo de una importante banda albanesa vinculada con 12 ataques en prisiones y otros 20 fuera de los centros penitenciarios.
El homicidio sucedió en Korydallos, la cárcel más grande de Grecia, horas después de que la víctima fue trasladada a la misma celda de sus coacusados en el caso del asesinato de un abogado. Además, se ha revelado que la víctima habría enviado un mensaje de texto a su defensor advirtiendo que lo iban a matar.
El Ministerio de Justicia de Grecia expresó en un comunicado que la divulgación del video “socava directamente la gran batalla judicial y policial” que han emprendido las autoridades en contra de la erradicación de los círculos delictivos y las mafias de la prisión que ningún otro gobierno se atrevió a enfrentar.