El acceso al agua y el saneamiento es un derecho humano reconocido por la comunidad internacional. Sin embargo más de 2 mil millones de personas carecen de estos servicios básicos. Y si continua la degradación del medio ambiente natural y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales, de aquí a 2050 estarán en peligro el45% del PIB mundial y el 40% de la producción de cereales en todo el orbe.
El Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos “No dejar nadie atrás”, analiza las causas de esta exclusión y explora maneras de reducir las desigualdades.
El Informe que se presentó este 19 de marzo en Ginebra, durante el 40º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos antes Día Mundial del Agua, señala que a pesar de los importantes progresos alcanzados en los últimos 15 años, este objetivo sigue fuera del alcance de gran parte de la población mundial.
En 2015, tres de cada 10 personas, esto es 2 mil 100 millones, carecían de acceso a servicios seguros de agua potable y 4 mil 500 millones de personas, es decir 6 de cada 10 habitantes del planeta carecían de instalaciones de saneamiento.
Es claro que estamos muy lejos del objetivo fijado por la ONU.
Precisa que el acceso al agua es un derecho humano vital para la dignidad de todos. Sin embargo, miles de millones siguen privadas de este acceso.
También la nueva edición del Informe Mundial de la ONU sobre el Desarrollo de losRecursos Hídricos muestra que es posible hacer realidad este derecho siempre que exista una voluntad colectiva de avanzar y se hagan esfuerzos para incluir a los que “quedan atrás” en los procesos de toma de decisiones, manifestó la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
Destaca que a escala planetaria, África alberga a la mitad de la población mundial que bebe agua de fuentes no protegidas. Y en el África solo el 24% de la población tiene acceso a una fuente segura de agua potable.Refiere el caso concreto de los refugiados y desplazados forzosos, cuyo número nunca había sido tan alto.
En 2017, los conflictos y la persecución empujaron a 68.5 millones de personas fuera de sus hogares.Además, un promedio de 25.3 millones de personas se ven obligadas a emigrar cada año debido a desastres naturales, cifra que se duplicó desde principios del decenio de 1970 y es probable que aumente más en los próximos años como consecuencia del cambio climático.