Tres de los hombres más ricos de Nicaragua se reunieron el fin de semana con el presidente Daniel Ortega para pedirle que se abra una negociación con la oposición para encontrar una salida a la crisis política que este martes cumple diez meses. Los representantes del llamado “gran capital” del país centroamericano exigen al Gobierno que la negociación sea “rápida, efectiva y creíble”.
El Gobierno respondió, a través de Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa de Ortega, que “siempre está abierto a conversar y buscar soluciones creativas”, aunque el lunes la justicia, controlada por el mandatario, condenó a más de 500 años de cárcel a tres líderes del movimiento campesino que desde 2013 plantaron cara a la construcción de un Canal Interoceánico financiado por un oscuro empresario chino y que participaron activamente en las manifestaciones contra Ortega iniciadas el pasado abril.
En la reunión, que se realizó el sábado, participaron Carlos Pellas, Roberto Zamora y Ramiro Ortiz, además de Juan Sacasa y José Baltodano, representantes del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP).
Pellas está a la cabeza del poderoso Grupo Pellas, emporio propietario del ingenio San Antonio, un inmenso cañaveral que es la base de la riqueza de la Nicaragua Sugar Estates Limited, la mayor productora de azúcar del país y del famoso Ron Flor de Caña.
La riqueza de Pellas le llega también de inversiones en bancos, concesionarias de automóviles, entre otras. Ortiz y Zamora tienen una fuerte inversión en el sistema financiero del país. Ortiz es el presidente del Grupo Promérica, que tiene presencia en 9 países del continente y cuyos activos ascendían a 12,600 millones de dólares en 2016.
Publicaciones económicas como Bloomberg o Forbes han calculado en más de mil millones de dólares las fortunas personales de Pellas y Ortiz. Los empresarios estuvieron acuerpados por el cardenal Leopoldo Brenes y el representante del Vaticano en Managua, el nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag.