Si sacas una brújula y sigues la aguja hacia el norte, no te llevará directamente al Polo Norte, o 90 grados de latitud norte.

En cambio, su largo viaje por tierra, mar y hielo lo llevaría a un lugar en el Océano Ártico a unos cientos de kilómetros del Norte geográfico. Hace 115 años, te habría dejado en Canadá.

Esta semana, después de un retraso debido al cierre del gobierno de EE. UU., La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica lanzó un nuevo Modelo Magnético Mundial que muestra que el polo se ha movido una vez más, y a un ritmo extraordinariamente rápido.

El modelo es un mapa del norte magnético y el campo magnético de la Tierra. Y el norte magnético ahora se ha alejado de Canadá y hacia Siberia, en una línea casi recta.

Las ubicaciones de norte magnético y sur siempre han sido blancos móviles. Debido a eso, NOAA y sus socios en el Reino Unido lanzan un modelo magnético actualizado de la Tierra cada cinco años.

De esa manera, los sistemas de navegación que usan brújulas magnéticas, como los que usan los aviones, pueden ser más precisos y correctos para la diferencia entre los polos magnéticos y los geográficos.

No se suponía que la próxima actualización sucediera hasta finales de 2019. Pero el norte magnético se ha estado moviendo a una velocidad de 31 millas por año desde la última actualización en 2015, más rápido de lo normal.

Los geólogos no saben realmente por qué el Polo Norte se está moviendo tan rápido, o por qué sus movimientos son tan impredecibles.

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Pero la respuesta puede estar bajo tierra. Alrededor de 1,800 millas bajo nuestros pies, en el núcleo externo de la Tierra, el hierro fundido y el níquel circulan en gigantescas corrientes en espiral, alcanzando temperaturas de alrededor de 9,000 grados Fahrenheit. Y es una de las características geológicas esenciales que permiten que la vida sobreviva en la Tierra.

Ese hierro líquido genera un poderoso campo magnético que rodea nuestro planeta, que luego nos protege al desviar la radiación que mata la vida de la superficie de la Tierra. Los científicos sospechan que algo está sucediendo en el núcleo externo causando la rápida carrera hacia Siberia. Una hipótesis, como explica Nature, es que “el movimiento rápido del polo magnético norte podría estar vinculado a un chorro de hierro líquido de alta velocidad debajo de Canadá”.

Eso es bastante radical. Tampoco es necesario ir a lo profundo de la tierra o al espacio para presenciar el asombroso fenómeno del campo magnético. Es responsable de las hermosas auroras, o luces del norte y sur, en las regiones polares, ya que el magnetismo dirige las partículas atómicas desde el espacio para estrellarse contra nuestra atmósfera cerca de los polos.

Y es fascinante pensar en cós inmensamente poderosas que dan forma a la vida en la Tierra, y que nos ayuda a navegar en ella, se mueve en las profundidades de nuestros pies.