Al menos 20 personas han muerto y 81 han resultado heridas en dos explosiones registradas este sábado en la catedral de la ciudad de Jolo, en el sureste de Filipinas, días después de la celebración de un referéndum encaminado a lograr la paz en la región.
La primera explosión se produjo durante la misa dominical en la catedral de Joló, capital de la provincia de Sulu, alrededor de las 8.30 hora local y la segunda poco después en el exterior del templo católico, han indicado a Efe fuentes de la Policía sobre el ataque, que horas más tarde ha sido reivindicado por el Estado Islámico (EI).
El grupo terrorista EI ha emitido un comunicado a través de las redes sociales, y cuya autenticidad no ha podido ser comprobada, en el que ha asegurado que 40 personas fallecieron y 180 fueron heridas en dos ataques suicidas contra “un templo de los cruzados” en la isla de Mindanao.
La nota ha detallado que uno de los suicidas hizo explotar su chaleco de explosivos en la entrada de la iglesia donde estaban congregados los fieles cristianos y que otro se inmoló poco después en el aparcamiento de coches.
Según fuentes policiales, los servicios de emergencia todavía trabajan en el área por lo que la cifra de fallecidos y heridos aún puede aumentar en las próximas horas.
“Condenamos fuertemente este ataque atroz que se ha llevado por delante vidas humanas sea cual sea el propósito de los responsables”, ha señalado en un comunicado el director de la Policía Nacional, Oscar Albayalde.
Civiles y militares entre los heridos
Según el último recuento conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía, de los 81 heridos, 65 son civiles, 14 soldados y dos son policías.
El Gobierno filipino ha condenado “enérgicamente” este ataque y ha prometido “perseguir hasta el fin de la tierra a sus despiadados responsables” para que rindan cuentas ante la justicia.
“Con este acto de terrorismo y asesinato de soldados y civiles, los enemigos del Estado han desafiado la capacidad del gobierno de garantizar la seguridad de la ciudadanía en esa región. Las Fuerzas Armadas aceptan el desafío y aplastarán a esos impíos criminales”, ha afirmado en un comunicado el portavoz presidencial, Salvador Panelo.
El jefe de las Fuerzas Armadas, Benjamin Madrigal, ha pedido a la población “calma” mientras las autoridades han puesto en marcha una operación para perseguir a los responsables del ataque.
El secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, ha dicho que los heridos más graves han sido trasladados por aire al hospital de Zamboanga, mientras ha sido reforzado la seguridad en todos los lugares de culto de la zona.