José Miguel Bermúdez
CEO de Bound4Blue
Los 16 barcos más grandes del mundo producen la misma cantidad de emisiones de azufre que toda la flota de coches del planeta.
El dato, por poco conocido y por espectacular (16 contra más de mil millones), es lo suficientemente rotundo como para preguntarse porqué hasta ahora nadie ha buscado una solución al problema. O, por lo menos, porqué no se ha puesto límite a una fuente de contaminación tan grande, aun cuando provenga de una actividad económica esencial como el transporte marítimo (es el que soporta mayor volumen de mercancías en el el comercio internacional).
Ambas cosas -límites y soluciones- parece que están a punto de alcanzarse. Lo primero con una nueva normativa que va a obligar a los responsables de los barcos a reducir siete veces las emisiones permitidas; lo segundo gracias a la idea de una empresa española, Bound4Blue, que en palabras de su fundador, José Miguel Bermúdez considera “absurdo que hoy en día, en pleno siglo XXI, la única idea que se nos ocurra para mover un barco sea quemar combustible”.
Mucho combustible cabría añadir, y además de la peor calidad posible, ya que el derivado del petróleo utilizado por los buques es el denominado fuel pesado, el más contaminante.