La Fiscalía General de El Salvador ha acusado ante un tribunal al expresidente Carlos Mauricio Funes (2009-2014) de que en su gobierno supuestamente se desvió y lavó más de 108,5 millones de dólares de un contrato para la construcción de una represa.
Además de Funes en este caso hay otros cinco imputados: Ada Michelle Guzmán, actual pareja del exmandatario; el empresario Miguel Menéndez; el expresidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, José Leopoldo Samour; José Enfraín Quinteros y Mario Pieragostini, representantes de la empresa ASTALDI, entidad que se habría beneficiado del supuesto delito.
“En julio del 2012, después de hacer negociaciones de manera unilateral y directa, lograron anular el contrato [para la construcción de la represa El Chaparral] y desviar entre ellos un monto de 108,5 millones de dólares, que generaron a la empresa más de 45,2 millones”, señala el Ministerio Público salvadoreño.
Por este caso, las seis personas mencionadas han sido acusadas de peculado, lavado de dinero, agrupaciones ilícitas y cohecho activo.