Por primera vez en el proceso penal contra Joaquín El Chapo Guzmán, que se celebra en Nueva York, el jurado pudo oír al narcotraficante mexicano negociar detalles de un cargamento de seis toneladas de cocaína. Era una conversación telefónica con un representante del grupo guerrillero de las FARC, en la que se les oye tratar cuestiones logísticas y el detalle de los pagos. “¿A cuánto me la vas a dejar?”, pregunta Guzmán al narco que habla en nombre de las FARC colombianas cuando discuten el precio de la cocaína y el coste del transporte.
El contenido de la llamada puede ser muy dañino para el acusado, que se enfrenta a una condena de cadena perpetua por liderar el cartel de Sinaloa. Se podría decir que es la primera prueba que presenta la fiscalía estadounidense que le incrimina directamente, ya que durante el primer mes del juicio se apoyó en testimonios de testigos protegidos o de agentes de las fuerzas de seguridad que participaron en operaciones para interceptar la droga que entraba en EE UU