Los ‘chalecos amarillos’ mantienen su pulso con el Gobierno francés. Por tercer sábado consecutivo, la protesta ha degenerado en choques entre manifestantes y fuerzas antidisturbios en el centro de la capital francesa.
Más de 40 personas han sido ya detenidas a media mañana.
La policía lanza gases lacrimógenos y emplea cañones de agua, mientras que los activistas más radicales improvisan barricadas en las calles adyacentes a los Campos Elíseos.
Las autoridades ya habían avisado que el acceso a los Campos Elíseos estaría limitado y habría severos controles.
Eso ha desplazado los incidentes al perímetro exterior y a la plaza Charles de Gaulle, delante del Arco de Triunfo.