La caravana de migrantes centroamericanos, que se dirige a EE.UU., comienza a llegar a México, mientras autoridades de Naciones Unidas advierten sobre el peligro que corren los viajeros que han continuado la marcha de manera fragmentada.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió que los migrantes fueron puestos en peligro por el Gobierno de Veracruz, que había prometido proporcionar 160 autobuses para que los integrantes de la caravana llegaran a la Ciudad de México, pero no concretó su oferta.
El gobernador veracruzano, Miguel Ángel Yunes, dijo que tenía interés en que los migrantes abandonaran la entidad cuanto antes, según manifestó en un video difundido en redes, pero su promesa de enviar autobuses fue cancelada.
En declaraciones a la prensa, Yunes aseguró que la cancelación de los autobuses se debió a que les propuso a los migrantes viajar a la Ciudad de México hasta que se resolviera la crisis por el corte en el suministro de agua que afecta a la capital mexicana.
“Les ofrecimos ir un poco más al sur (a Coatzacoalcos) unos días mientras había condiciones en la Ciudad de México y cuando hubiera condiciones les ayudábamos a venir. Desafortunadamente no lo aceptaron y lo lamento mucho”, dijo Yunes en entrevista con Radio Fórmula.
Para Naciones Unidas, esa situación provocó la “fragmentación” de la caravana, ya que muchos migrantes decidieron viajar en camiones privados sin que existieran condiciones de seguridad suficientes.
“La ONU-DH está profundamente consternada por la desprotección en que se ha dejado a la caravana migrante en el estado de Veracruz luego de que la oferta de traslado humanitario del gobierno estatal fuera cancelada”, señaló el organismo a través de Twitter, el pasado sábado.
“Esta cancelación está teniendo como resultado la fragmentación de la Caravana, cuya unidad era su principal fuente de protección, una gran parte de las personas de la Caravana están no localizadas”, indicó Naciones Unidas.
Llegan los primeros migrantes
Alrededor de 400 migrantes llegaron la mañana del domingo 4 de noviembre a la Ciudad de México, provenientes de los estados de Puebla y Veracruz.
Ya por la tarde, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México reportó que, al corte de las 16:00 horas, se habían contabilizado 1.700 migrantes en la capital.
El Gobierno de la Ciudad de México instaló un centro de atención para recibir a los migrantes, donde se les proporcionó agua, comida, ropa, cobijas y otros víveres a los primeros centroamericanos que pernoctaron en la capital mexicana.
El campamento donde se recibe a los migrantes se encuentra ubicado en el estadio Jesús Martínez ‘Palillo’, en Ciudad Deportiva, Magdalena Mixhuca, al este de la Ciudad de México.
En este sentido, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México hizo un llamado a los capitalinos para proporcionar ayuda a los migrantes centroamericanos.
Para este lunes, se prevé la llegada de 1.500 migrantes. Entre los días martes y miércoles, se estima que otras 3.000 personas, que integran el contingente más grande, entren a la ciudad.
La segunda y tercera caravana siguen su camino
Mientras tanto, la segunda caravana de migrantes, que ingresó a México el pasado 29 de octubre, dejó el poblado de Arriaga, en el sureño estado de Chiapas, para llegar a San Pedro Tapanatepec, Oaxaca.
Por su parte, los integrantes de una tercera caravana de migrantes, en su mayoría provenientes de El Salvador, quedó varada en Tapachula, Chiapas, tras cruzar la frontera entre México y Guatemala.