El “apocalipsis”.
Así describe Davide Capello el momento en que su auto se vino abajo con un sector del puente Morandi, cuyo derrumbe parcial conmocionó a Italia este martes y ha dejado hasta el momento una cifra de 39 muertos.
El joven italiano de 33 años hacía un viaje de rutina desde la ciudad de Sanova -donde reside- hacia Génova, donde está ubicada la estructura.
“En cierto punto vi colapsar la carretera que tenía delante y me fui hacia abajo con el automóvil”, contó a los medios italianos, todavía un poco incrédulo.
“No sé lo que me salvó”, dijo. “He sobrevivido de milagro”.
Este miércoles los equipos de rescate continuaban trabajando entre los escombros con equipos de elevación y escalada, y perros rastreadores, aunque las autoridades se muestran escépticas y con pocas esperanzas de encontrar más sobrevivientes.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, declaró un estado de emergencia de 12 meses en la región de Liguria, donde se encuentra Génova.
También comunicó la decisión del gobierno de aportar poco más de US$5 millones del fondo de emergencia nacional “para necesidades inmediatas”, al tiempo que anunció que habrá un día de luto nacional, durante los funerales de las víctimas.
Desde el hospital donde fue llevado este martes luego del accidente, Capello -quien jugó como futbolista profesional para el equipo italiano Cagliari y actualmente trabaja como bombero- rememoró el horror de los momentos en que se vio entre la vida y la muerte, y recordó haber visto otros coches mientras caían.
“A esa hora hay bastante tráfico”, explicó.
Mientras estaba atrapado dentro el auto, telefoneó a su padre, Franco Capello, quien le aconsejó que saliera del vehículo cuanto antes.
El joven, que dice haberse mantenido consciente todo el tiempo, logró salir del auto con la ayuda de un agente y minutos después llegaron los rescatistas.
La agencia de prensa ANSA reportó que Capello salió de entre los escombros “sin un rasguño”.
15 personas hospitalizadas
Otra sobreviviente habló con el diario italiano La Stampa.
Valentina Galbusera, una doctora de 43 años, dijo que el puente cayó justo delante de ella, apenas a 20 metros de distancia. Su auto se salvó de caer al vacío por cuestión de segundos.
“Sentí que el puente temblaba e intenté dar marcha atrás. Luego salí del auto y comencé a correr“.
Según las autoridades locales, hay 15 personas hospitalizadas, nueve de ellas en estado grave.
Un video publicado en Twitter por los bomberos muestra cómo socorrían elmartes a una persona cuyo vehículo aplastado colgaba del puente.
Algunas de las víctimas hacían su recorrido al trabajo, mientras otras viajaban por vacaciones.
La mayoría eran italianos, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores francés dijo quecuatro de sus nacionales también habían muerto.
Entre los fallecidos se encuentra una familia de tres: Roberto Robbiano, de 44 años, Ersilia Piccinino, de 41, y su pequeño hijo Samuel.
Varios cientos de residentes también fueron evacuados de algunos de los edificios ubicados debajo de la sección colapsada, por temores de que puedan caer más escombros.
“Error humano”
El puente de Morandi, construido en la década de 1960, se encuentra en la autopista de peaje A10, un importante conducto para el tráfico de mercancías desde los puertos locales que también sirve a la Riviera italiana y la costa sureste de Francia.
En el momento del derrumbe llovía mucho.
Aunque las causas del derrumbe no están claras aún, sí ha habido duras críticas a Autostrade per l’Italia, la empresa responsable de los controles y el mantenimiento de la estructura colapsada.
Varios reportes indican que Autostrade dijo en 2011 que el puente sufría degradación debido al intenso tráfico.
La Fiscalía de Génova abrió una investigación sobre un posible homicidio por negligencia y el fiscal principal dijo que la catástrofe fue culpa de un “error humano”.
Este es el quinto puente que se derrumba en Italia en un período de cinco años, según el diario italiano Corriere Della Sera.
En 2016, el ingeniero Antonio Brencich habló de “errores” en la construcción.
En diciembre de 2012, el consejo de la ciudad de Génova discutió el estado del puente Morandi. En esa ocasión un funcionario predijo el colapso de la infraestructura “en diez años”.