La lucha contra el acoso y la violencia de género se ha tomado las redes sociales y, en ocasiones, la agenda pública de varios países latinoamericanos.
Sin embargo, las opiniones reales de muchas mujeres puertas adentro parece distar bastante de los objetivos planteados en las calles.
Así lo demostró una investigación de la organización Oxfam que analiza las creencias de casi 5.000 jóvenes de entre 15 y 25 años encuestados en ocho países de América Latina y cuyos resultados sorprendieron hasta a sus propias autoras.
El estudio “Rompiendo moldes” se realizó en Bolivia, Colombia, Cuba, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana entre hombres y mujeres mayoritariamente con estudios secundarios o universitarios, que viven en zonas urbanas y autoidentificados como de clase media.
¿“No“ es “sí“?
Uno de los resultados del informe que más llama la atención tiene que ver con la percepción sobre el consentimiento para mantener relaciones.
Campañas como #NoesNo, que tratan de concienciar sobre el hecho de que tener relaciones sexuales sin consentimiento de la otra persona es un delito, han sido trending topic en redes sociales.
Sin embargo, esta tendencia no se refleja en las jóvenes encuestadas por Oxfam: un 45% de las adolescentes (entre 15 y 19 años) están de acuerdo en que cuando una mujer dice “no” a una relación sexual, en realidad quiere decir “sí”.
Además, seis de cada diez de ellas están de acuerdo con que una mujer decente no debe vestirse provocativamente ni andar sola por la calle a altas horas de la noche.
“Nos sorprendió mucho que los imaginarios y normas sociales no están únicamente arraigados en hombres jóvenes. Hay muchísimas mujeres jóvenes que los hacen suyos”, le explica a BBC Mundo Belén Sobrino, asesora sénior de Oxfam y directora del estudio.
“Los hombres argumentan y justifican este sistema de privilegios a partir de lo que denominamos su ‘masculinidad hegemónica’. Pero las mujeres construyen y aceptan estos imaginarios desde lo que llamamos femineidad subordinada”, continúa.
Y el imaginario se perpetúa cuando no existen leyes que protejan a las mujeres contra la violencia o cuando estas no se implementan correctamente.
Sobrino pone el ejemplo de Colombia, donde el 30% de los hombres de 20 a 25 años encuestados considera normal que un hombre de 40 años tenga una novia de 15 años. En el caso de las mujeres, una de cada cuatro también se muestra de acuerdo con este tipo de relaciones.
Normalización de la violencia
Pero las cifras de Oxfam no solo alertan sobre percepciones.
La cuarta parte de los entrevistados en el estudio señala que tienen amigos que golpean a sus parejas mujeres. La cifra se acentúa en países como Nicaragua, donde el 75% de las mujeres y el 63% de los hombres mayores de 20 años consultados aseguran tener amigas víctimas de violencia machista.
De las mujeres consultadas, la mitad de las adolescentes (entre 15 y 19 años) cree que es común que si un hombre está borracho, golpee u obligue a una mujer a tener relaciones sexuales.
Es común… pero también natural. Casi la mitad de los mayores de 20 años consultados dicen que es normal que las mujeres aguanten la violencia. Es decir, cinco de cada 10 mujeres “la consideran natural”, según explica Sobrino.
Entre las razones “normales” para que las mujeres soporten la violencia, la considerada más común es por los hijos, seguida por amenazas de muerte y por la dependencia económica.
Pero en países como República Dominicana, Nicaragua y Guatemala, “la naturalización de la amenaza de muerte es una creencia con porcentajes muy altos”, dice el informe.
Sobre la reacción de terceros ante episodios de violencia, casi nueve de cada diez jóvenes expresó que nadie debería meterse en las peleas de pareja. De hecho, más de la mitad creen que los insultos durante estas discusiones son normales.
“Me cela porque me quiere”
Gracias al crecimiento del movimiento feminista en algunos países de América Latina existe más conocimiento sobre las actitudes abusivas en la pareja.
Sin embargo, seis de cada diez adolescentes hombres (15-19 años) y cuatro de cada 10 mujeres del sondeo creen que los celos son expresión del amor.
“Se enseña que entre amor y sufrimiento hay una relación inevitable. A las mujeres se les enseña a aguantar toda clase de abusos machistas en nombre del amor”, dice el estudio.
Existe también la idea entre las jóvenes consultadas de que los hombres tienen algo que decir sobre cómo deben ir vestidas, maquilladas, quiénes deben ser sus amigas y si deben o no trabajar. “Lo consideran una prueba de amor”, le explica Sobrino a BBC Mundo.
“La ‘buena mujer’ se viste, no anda sola, no bebe, no duerme con más de un hombre… y las jóvenes acatan esta norma para que ese grupo de referencia no las deje fuera. Se mueven dentro de esos moldes definidos donde no van a ser prejuzgadas, estigmatizadas y tienen cierta protección”, comenta la investigadora.
Las relaciones a través de los teléfonos inteligentes y las redes sociales también pueden ser formas de violencia, aunque para muchas de las consultadas no es vista como tal.
Ocho de cada diez de las consultadas no considera violencia que los hombres revisen el celular de sus parejas y creen que sus amigos hombres lo hacen.
Cuanta más edad ¿más conciencia de género?
El análisis de las respuestas también demostró que son las chicas más jóvenes las que más tienden a normalizar la violencia o aceptar actitudes machistas, mientras que las de mayor edad muestran otra tendencia.
“Muchas mujeres rompen ese imaginario especialmente en el rango de 20 a 25 años, que son las que más rechazan estos imaginarios sociales”, destaca Sobrino.
La directora del estudio explica que este grupo es mucho más defensor de la independencia y autonomía económica de las mujeres, rompiendo con el estereotipo del hombre proveedor y la mujer cuidadora.
¿Representativo de toda la región?
En países como Argentina o Chile, el movimiento feminista se ha tomado las calles en los últimos tiempos y ha impulsado leyes contra abuso y reformas contra acoso.
Pero teniendo en cuenta que estos países no están dentro del estudio de Oxfam, BBC Mundo le consultó a Belén Sobrino si los resultados del informe son representativos de toda América Latina.
La investigadora dice que, aunque esta es solo una muestra, observan “un patrón muy parecido de un país a otro”.
“Esta es una juventud globalizada, escuchan la misma música, ven las mismas series de televisión y la información se traspasa a través de redes sociales”, dice Sobrino.
“Para mí, es representativo”, concluye la investigadora.