Aunque la información sobre la ubicación precisa se mantiene clasificada, se reveló que en varias zonas del país existen refugios subterráneos fuertemente protegidos.
Si bien algunos búnkeres llevan años abandonados, hay otros que siguen activos.
La abundancia de los lugares protegidos se enmarca bajo el concepto de la Continuidad del Gobierno (Continuity of Government o COG, en inglés). Según este principio, el Gobierno debe ser capaz de seguir sus operaciones esenciales y defender al país en caso de una guerra nuclear o cualquier otro acontecimiento catastrófico.
La idea se elaboró durante el Gobierno de Harry Truman cuando el armamento atómico empezó su desarrollo. En los años de la Guerra Fría, la construcción de los “búnkeres del apocalipsis” llegó a su apogeo.
Desde entonces, los refugios secretos aparecieron en Virginia, Virginia Occidental y Pensilvania. Las instalaciones protegidas estaban dotadas de todo el equipamiento necesario para mantener la comunicación directa con la Casa Blanca.
En la red aparecieron unas fotos del bunker nuclear abandonado Mount Pony, donde la Reserva Federal de EEUU guardaba miles de millones de dólares en efectivo para poder reemplazar la reserva estatal en el caso de un posible ‘apocalipsis’.En 2007, las autoridades convirtieron el antiguo búnker en un almacén de vídeo y audiocintas. Los diferentes búnkeres gubernamentales poseen todo lo necesario para vivir y para llevar reuniones de trabajo.
Las entradas están fuertemente blindadas y, a veces, escondidas en lo profundo de las montañas. Así, los refugios son resistentes a ataques atómicos, químicos, biológicos o pulsos electromagnéticos.