Llevan casi tres años intercambiando halagos. Ahora les toca intentar trabajar juntos.
Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, se reúnen este lunes en Helsinki para mantener su primera reunión oficial desde que el estadounidense llegó a la Casa Blanca.
El encuentro se produce en un momento difícil en las relaciones entre Rusia y Occidente pero también de grandes tensiones en las relaciones transatlánticas derivadas, en gran medida, de las críticas del mandatario estadounidense a sus socios de la OTAN.
Desde la campaña presidencial de 2016, Trump expresó su deseo de establecer una buena relación con el mandatario ruso a quien calificó como “un gran líder”.
Las posibilidades de acercamiento entre ambos, sin embargo, quedaron limitadas políticamente por la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses.
Hasta ahora, Trump y Putin se han encontrado en dos ocasiones en el marco de reuniones multilaterales pero hasta ahora no habían mantenido una cumbre bilateral.
Aunque históricamente las reuniones entre los líderes de Estados Unidos y Rusia son preparadas cuidadosamente con meses de anticipación, el encuentro de Helsinki apenas fue confirmado a finales de junio por lo que no cuenta con una agenda predefinida que se haya hecho pública.
El presidente estadounidense aseguró, en una entrevista el fin de semana con la cadena CBS, que no va con “grandes expectativas” a la cumbre, pero ambos líderes tienen numerosos temas controvertidos sobre los que discutir y que hacen de esta cita un encuentro crucial.
BBC Mundo te cuenta cuáles son cuatro de los asuntos más espinosos.
1.- Interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos
La reunión entre Trump y Putin se produce tan solo tres días después de que el Departamento de Justicia de EE.UU. acusara a 12 miembros de la inteligencia rusa de hackear al equipo de campaña de Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia en 2016.
La noticia volvió a tensar la relación con Moscú y se espera que sea clave en la conversación entre los líderes.
Durante la cumbre de la OTAN en Bruselas esta semana, Trump aseguró quepiensa hablar con Putin sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, aunque anticipó que este negará tener relación con lo ocurrido.
“¿Qué voy a hacer? Él puede negarlo. Todo lo que puedo hacer es decirle: ‘¿lo hiciste?’ y ‘no lo vuelvas a hacer'”, comentó Trump a la prensa.
Preguntado por si pedirá la extradición de los miembros de la inteligencia rusa a los que acusa el Departamento de Justicia, el mandatario reconoció en su entrevista con CBS que no había pensado en ello, pero “podría” hacerlo.
“Pero, insisto, esto ocurrió durante el gobierno de Obama. Hicieron lo que sea que hicieron durante su gobierno”, destacó.
Este tema ha sido la causa de fuertes sanciones por parte de Washington a Moscú.
Algunas afectan directamente a oligarcas y empresas vinculadas con el gobierno de Putin.
EE.UU. también ha aplicado sanciones a Rusia por la anexión de Crimea y, en general, por sus actuaciones en el este de Ucrania.
Estas medidas cuentan con un apoyo bipartidista en el Congreso, lo cual limita el margen de acción que tiene el presidente estadounidense al respecto.
Sin embargo, podría haber algún pequeño avance.
Según destacó la consultora Stratfor, Estados Unidos ha dado señales de estar dispuesta a aliviar las sanciones contra la empresa Rusal, propiedad del oligarca ruso Oleg Deripaska y responsable del 6% de la producción de aluminio mundial.
“Un acuerdo entre Moscú y Washington sobre Rusal podría reducir la presión sobre la economía de Rusia y quizás preparar el camino para una mayor cooperación en áreas de interés estratégico para Estados Unidos, incluyendo Siria y Corea del Norte”, apuntó Stratfor en un análisis previo a la cumbre.
2.-Siria
Los cambios ocurridos en Siria durante el último año han conformado un nuevo escenario en el que la permanencia en el poder del presidente Bashar al Asad ya no parece estar amenazada, en parte gracias a Moscú.
Ahora una de las principales preocupaciones de Washington reside en la presencia extendida de fuerzas de Irán en territorio sirio, por lo que muchos expertos consideran que Trump podría proponer a Putin que use su influencia en este asunto.
“Allí podría haber un interés común real. Rusia está en una situación única por tener una buena relación tanto con Israel como con Irán, sin mencionar -por supuesto- al gobierno de Siria”, dijo Dana Allin, investigador principal del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), en conversación con BBC Mundo.
“Rusia podría animar una cierta limitación por parte de Irán para prevenir algún tipo de confrontación que pueda llevar a una guerra entre Irán/Hezbolá e Israel. Eso sería una preocupación para todo el mundo, incluidos los rusos”, agregó.
3.- Ucrania
La intervención de fuerzas prorrusas en el este de Ucrania y la anexión de Crimea por parte de Moscú ha sido una de las mayores causas de desencuentro entre Rusia y Estados Unidos durante los últimos años.
Sin embargo, hay posibilidades de pactar algunos avances.
“La Casa Blanca y el Kremlin tienen margen de lograr acuerdos sobre Ucrania. Trump y Putin, por ejemplo, podrían acordar un intercambio de prisioneros”, señaló Stratfor.
“Además, la posibilidad de un despliegue de fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU en el este de Ucrania está de vuelta en la mesa de negociaciones ahora que se han reanudado las conversaciones entre Rusia, Ucrania, Alemania y Francia. Grandes concesiones estratégicas, por otra parte, son improbables”, agregó.
Para Putin, por su parte, sería un gran éxito lograr que Trump reconociera la anexión de Crimea.
“Al Kremlin le encantaría que un presidente de Estados Unidos aceptara y reconociera su anexión ilegal de Crimea“, señaló en un análisis Steven Pifer, investigador de Brookings Institution, un centro de estudios con sede en Washington D.C.
“Trump lamentablemente le ha dado a Moscú motivos para tener esperanzas. Mientras prácticamente todos los funcionarios estadounidenses siguen viendo a Crimea como parte de Ucrania, Trump dice ‘tendremos que ver'”, agregó.
4.- Control de armas
Los acuerdos sobre control de armamentos son un asunto espinoso que parece estar sobre la mesa.
A inicios de junio, Putin dijo estar listo para hablar cara a cara con Trump sobre los peligros de una nueva carrera armamentística y aseguró que el mandatario estadounidense ha hecho referencia al tema en varias ocasiones.
Moscú y Washington han intercambiado acusaciones sobre supuestas violaciones al Tratado INF (sobre control de armas nucleares de medio alcance).
Según Stratfor este acuerdo está perdiendo relevancia, entre otras razones, por no incluir a potencias emergentes como China.
“Será importante ver si en las reuniones de Trump y Putin mencionan los acuerdos de control de armamento, incluyendo las negociaciones para extender más allá de 2021 el nuevo acuerdo Start (Acuerdo de Reducción de Armas Estratégicas)”, añadió la consultora.
Stephen Sestanovich, investigador principal sobre estudios de Rusia y Euroasiáticos del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), coincide en que este puede ser uno de los ámbitos en los que la cumbre ofrezca algún resultado concreto.
“Si quieres algo en lo que parece que los presidentes en realidad han estado discutiendo sobre cosas sustantivas, esta -por supuesto- la renovación del nuevo acuerdo Start”, señaló durante una conferencia de prensa sobre la cumbre Trump-Putin.
“Hay cierto acuerdo sobre cómo hacer frente a las quejas de cada parte sobre las violaciones del Tratado INF. Podrías tener visitas de verificación de ambas partes para resolverlo”, agregó.
Paradójicamente, más que los posibles temas de la agenda, gran parte del interés sobre esta reunión bilateral reside en la incertidumbre sobre cómo Trump terminará manejando un encuentro de esta importancia sin que exista un guión claramente predefinido.
Dana Allin señaló a BBC Mundo la paradoja de que, en circunstancias normales, los aliados europeos de Estados Unidos estarían animando un posible acercamiento entre Washington y Moscú pero que ahora están muy nerviosos al respecto.
“La dificultad reside en que la evidente decisión de la presidencia de EE.UU. de tener mejores relaciones con Rusia se produce en un momento en el que hay muchas dudas sobre sus motivaciones, sobre su compromiso con la alianza de la OTAN”, dijo.
“El mejor resultado de esta reunión podría ser un entendimiento general sobre Siria, algún acuerdo genérico para hablar sobre el régimen de control de armamento, pero nada en lo que EE.UU. o su presidente ofrezca demasiadas concesiones en temas como las sanciones”, concluyó.