El Gobierno de Uruguay rechazó el pedido de asilo del expresidente de Perú Alan García (1985-1990 y 2006-2011), informó el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.

García se encontraba en la embajada de Uruguay en Lima desde el pasado 17 de septiembre, bajo un amparo provisional que se le había otorgado mientras se estudiaba el caso.

La decisión tomada por el mandatario uruguayo y por el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, se basó en “consideraciones estrictamente jurídicas” y en el extenso informe enviado por el Gobierno peruano, de cerca de 1.000 páginas.

Asimismo, Vázquez indicó a la prensa, tras hacer un repaso por los detalles del caso del exmandatario peruano investigado por corrupción, que el caso de García “no es persecución política” y agregó que “en Perú funcionan autónomamente y libremente los tres poderes del Estado, y especialmente el Poder Judicial”.

El integrante del Partido Aprista Peruano está investigado por los presuntos delitos de colusión y lavado de activos en el caso de los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht para la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.

Puesto que reside en Madrid desde 2016, a García un juez le prohibió este sábado salir de Perú por dieciocho meses, mientras continúan las investigaciones, medida con la que estuvo conforme, pero horas después solicitó el asilo diplomático a Uruguay bajo el argumento de que hay una persecución política en su contra.

Alan García dice que se pone disposición de la Justicia peruana

Tras el rechazo del asilo diplomático, Alán García ha asegurado, en una carta leída por su secretario, que se pondrá “a disposición de todas las investigaciones” que le sigue la Justicia de su país.

“Declaro que solicité el asilo previsto en la Constitución ante la inminencia de una orden de detención, pero cumplido ese paso estaré en mi domicilio a disposición de todas las investigaciones”, apuntó García en La carta leída a periodistas por su secretario, Ricardo Pineda.

El exgobernante rechazó, además, que exista alguna “prueba o depósito” que lo vincule “a ningún hecho delictivo”, y dijo que las informaciones propaladas en los últimos días sobre presuntos actos de corrupción con la constructora brasileña Odebrecht “son solo rumores y especulaciones, que jamás tendrán comprobación por ser totalmente falsas”.