El potente terremoto de magnitud 6,9 que sacudió este viernes las costas de Turquía y a las islas griegas del Egeo, ha causado daños materiales considerables en distintas localidades.

Según el Centro Sismológico Euromediterráneo (CSEM), el foco del sismo se localizó a 10 kilómetros de profundidad en el archipiélago Dodecaneso. Se sintió en Estambul, Atenas y otras ciudades cercanas. Desde entonces, se han reportado al menos seis réplicas en los siguientes 30 minutos.

El Ministro de Medio Ambiente y Planificación Urbana de Turquía, Fatih Kurum, declaró que hay gente atrapada bajo los escombros en la ciudad de Esmirna.

Por su parte, el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés) calculó que el sismo alcanzó una magnitud de 7,0 y situó su epicentro a unos 14 kilómetros de la localidad Néon Karlovásion, en Grecia.

En algunos videos compartidos en redes sociales se observa una nube de polvo entre las edificaciones poco después del temblor.



Hubo reportes de que el movimiento telúrico ocasionó un minitsunami en la isla griega de Samos, territorio en el que también se han registrado daños materiales.

Los habitantes de Turquía también han observado un pequeño tsunami en las costas e incluso se reportó una inundación en el distrito de Seferhisar.

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