Un nuevo y fascinante estudio realizado por científicos del Centro Médico Southwestern de UT podría proporcionar cierta motivación para ponerse en movimiento, incluso de manera ocasional.
La investigación ha revelado que un solo entrenamiento puede afectar positivamente la actividad de las neuronas en el cerebro que influyen en el metabolismo hasta por dos días. La investigación se centró en un subconjunto de neuronas en el cerebro conocido como el circuito cerebral de melanocortina.
Las melanocortinas son una colección de hormonas peptídicas conocidas por ayudar a regular la ingesta de alimentos del cuerpo, y se observa que dos tipos de neuronas desempeñan un papel en la liberación de melanocortinas; Neuronas POMC y neuronas AgRP.
Para evaluar cómo el ejercicio afecta la actividad en esos dos tipos de neuronas, el estudio midió la actividad cerebral en ratones después de haber sido sometidos a una variedad de actividad física.
Los hallazgos revelaron que una sesión única de 60 minutos en la cinta rodante provocó cambios en las neuronas de melanocortina de los animales que duraron hasta dos días. Después de una sesión de ejercicio, las neuronas POMC mostraron una mayor actividad, lo que redujo el apetito y redujo los niveles de glucosa en la sangre, mientras que la actividad en las neuronas AgRP disminuyó.
Investigaciones anteriores han encontrado que las neuronas AgRP hiperactivas pueden disminuir el metabolismo y aumentar el apetito. “No se necesita mucho ejercicio para alterar la actividad de estas neuronas”, dice Kevin Williams, uno de los científicos de UT Southwestern que trabajan en el proyecto. “Con base en nuestros resultados, predeciríamos que salir y hacer ejercicio incluso una vez de manera semi-intensa puede generar beneficios que pueden durar días, en particular con respecto al metabolismo de la glucosa”.
Aunque estos resultados solo han sido probados en modelos animales, los investigadores confían en que se reflejen en humanos ya que el circuito cerebral de melanocortina es similar tanto en humanos como en ratones. El equipo ahora planea probar el mecanismo exacto en el que el ejercicio parece estar activando los resultados en los cambios neuronales observados.