Roma, Italia.- Lucha sin cuartel contra el diablo. Las continuas alusiones al Maligno por parte del papa Francisco han reforzado en la Iglesia la necesidad de lanzar una ofensiva global contra el culpable de todos los males.

Lo confirma la reunión organizada sobre este argumento por la Universidad pontificia de los Legionarios de Cristo, Regina Apostolorum, ante la presencia de unos 250 sacerdotes católicos, anglicanos, luteranos, griego ortodoxos y pentecostales de varios países.

El seminario aborda temas como “Ángeles y demonios en la Sagrada Escritura, los orígenes históricos del rito del exorcismo” y “La Simbología de los ritos ocultos y satánicos”, ante la declarada convicción de que el poder del diablo está creciendo a causa de la reducida importancia de la religión en la vida de las personas.

“El propósito es intercambiar experiencias para ayudarnos recíprocamente en esta batalla y establecer así las mejores soluciones en la práctica del exorcismo”.

“Hay que recordar que el exorcismo y la consiguiente expulsión del diablo existe desde los inicios de la cristiandad” y no se trata de una práctica moderna, afirmó el organizador del evento, padre Pedro Barrajón.

El diablo está en todas partes y su influencia es determinante en los actos negativos, “desde la mentira, las acciones en contra del prójimo y las calumnias, hasta el terrorismo como en el caso de los yihadistas”, precisó el sacerdote.

De todos modos, puntualizó que a veces se puede confundir la posesión del diablo con un problema psicológico, por lo cual es conveniente ir con el especialista antes de recurrir al exorcista.

A su vez, Giuseppe Ferrari, secretario del “Grupo de Investigación e Información Socio-religiosa” (GRIS), dijo que los jóvenes de hoy en el mundo se sienten cada vez más atraídos por la magia negra y por el satanismo.

Agregó, por otra parte, que según un calculo reciente cada año se registran medio millón de exorcismos.

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El papa Francisco se ha referido en innumerables ocasiones a la presencia y a la influencia de Satanás en la vida cotidiana en todos los sectores de la sociedad, desde la política, hasta la misma Iglesia, atribuyendo a su acción también los contrastes y las evidentes divisiones existentes en el Vaticano y en todo el clero. Es más, en una ocasión dijo que el Diablo es una persona real, pero con poderes ocultos.

En anteriores ocasiones, la Iglesia ha mencionado que el mito del demonio campa también por las redes sociales e internet, un fenómeno que decenas de curas y laicos estudian desde hoy en Roma para compartir experiencias y hacer frente al supuesto influjo del Maligno.