Más de 300 miembros del ISIS atrincherados en una pequeña zona del este de Siria se niegan a rendirse a las fuerzas respaldadas por Estados Unidos e intentan negociar una salida.
Los extremistas están parapetados en la aldea de Baghouz, donde se ocultan entre centenares de civiles a quienes impiden dejar el sitio. Esas tácticas casi seguramente retrasarán que se declare el fin del autoproclamado califato del ISIS, que las Fuerzas Democráticas Sirias esperaban hacer la semana pasada.
Vista general de una columna de humo después de un ataque aéreo de la coalición internacional contra el ISIS a las afueras de Baghouz (EFE).
De acuerdo con una persona cercana a las negociaciones, los extremistas piden un corredor hacia la provincia noroccidental de Idlib, que aún está bajo control rebelde.
Las FDS y la coalición encabezada por Estados Unidos han estado combatiendo al ISIS en la región desde septiembre. En años recientes, ellos y otras fuerzas han estado expulsando al ISIS de casi todas las áreas que una vez controló, en batallas que han dejado miles de muertos y a pueblos y barrios en ruinas.
Los camiones salen de Baghouz transportando gente (AFP)
Al menos 62 personas han muerto en las últimas semanas, mayormente por agotamiento y desnutrición, tras escapar de territorio en poder del ISIS, dijo el Comité Internacional de Rescate. El vocero Paul Donohoe dijo que dos terceras partes eran niños menores de un año.