Los cubanos acuden este domingo a las urnas para votar una nueva Constituciónque reafirma el destino comunista de la isla, en medio de fuertes amenazas de Estados Unidos y con los ojos en la crisis en Venezuela, el aliado más cercano.

Más de ocho millones de cubanos están convocados a un referendo constitucional que el régimen ha convertido en un plebiscito sobre la vigencia “irrevocable” del socialismo. Y ha vinculado la votación a la crisis política que atraviesa el régimen de Nicolás Maduro.

Cuba en pie por el #Sí a la #Constitución y ratificando el apoyo a la #RevoluciónBolivariana y al presidente Nicolás Maduro“, tuiteó el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.

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Miguel Díaz-Canel Bermúdez

@DiazCanelB

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Cuba lleva adelante una movilización masiva para tratar de unir a la comunidad internacional contra lo que denomina una “agresión militar de Estados Unidos” contra su aliado.

Las Tunas, Cuba. REUTERS/Fernando Medina NO RESALES. NO ARCHIVE

Las Tunas, Cuba. REUTERS/Fernando Medina NO RESALES. NO ARCHIVE

“#Venezuela no está sola. #ManosFueradeVenezuela“, añadió Díaz-Canel, para quien el sí es “un voto también por el socialismo, la patria y la revolución”, así como la respuesta de su país a las amenazas de Donald Trump.

Los colegios electorales abrirán a las 07H00 locales (12H00 GMT), y el cierre está previsto para las 18H00 (23H00 GMT), pero los resultados oficiales preliminares solo se conocerán en la tarde del lunes.

En Miami, el presidente Donald Trump advirtió el lunes que “los días del socialismo y el comunismo están contados en Venezuela, y también en Nicaragua y Cuba”, países que su administración señala como “la troika de la tiranía”.

Para el académico Carlos Alzugaray, con ese discurso Trump ayudó a impulsar la campaña #YovotoSí, que el gobierno desplegó en redes sociales, calles, buses, supermercados, y desde las estaciones de radio y televisión -todas bajo su control-.

“El discurso de Trump fue una buena propaganda para el sí (…). Hay mucha gente, viendo ese discurso, que va a votar sí porque quiere defender la independencia frente a la amenaza norteamericana”, explicó Alzugaray a la AFP.

La nueva Constitución, que busca reemplazar a la de 1976, reconoce el mercado y la inversión privada y extranjera como actores en la reforma de su economía de corte soviético y con muchas carencias, pero siempre bajo la guía del único y gobernante Partido Comunista.

(REUTERS/Stringer NO RESALES. NO ARCHIVE)

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De cara al referendo, la oposición ilegal que apela generalmente a la abstención o a anular las boletas, esta vez convocó al “no”.

“Es obvio que ese no rotundo va más allá del no a una Constitución, es un no a un régimen que busca perpetuarse en el poder”, declaró a la AFP el opositor José Daniel Ferrer.

Los electores deberán responder a una sola pregunta: “¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?, y tendrán dos casillas a marcar, “sí” o “no”.

“Dos opciones: una que favorece al régimen y la otra que representa la única oportunidad que el pueblo ha tenido en años de decirle no”, acotó Ferrer.

La nueva carta magna también recibió fuertes críticas de las iglesias católicas y evangélicas. Los obispos católicos objetaron la defensa a la “ideología única” en el texto.

En la era de internet, más fácilmente accesible en la isla desde el despliegue en diciembre de la 3G, el sí y el no pulsearon por meses en las redes sociales, blogs y portales digitales.

(REUTERS/Fernando Medina)

(REUTERS/Fernando Medina)

Pero consignas como “YovotoNO”, impulsadas por la oposición, nunca llegaron a su destino cuando fueron compartidas vía SMS, según pudo comprobar la AFP.

“No ha habido espacio para propaganda por el no, sólo para propaganda para el sí (…). El mensaje es que los que voten sí son los únicos patriotas”, dijo Alzugaray.

En un país donde el voto es voluntario, el gobierno confía en el triunfo masivo del sí, que requiere el 50%+1 del padrón electoral.

La Constitución de 1976 fue aprobada por el 97,7% de los que votaron, y la reforma constitucional de 2002 para hacer “irrevocable” el socialismo obtuvo el 99,3%.

En el hipotético caso de que gane el no, un escenario político sin precedentes en 60 años de revolución, continuaría vigente la Carta del 76 y el gobierno tendrá que adecuar las normas para dar piso legal a las reformas en curso. Sobre todo a los emprendedores privados, cuyo sector representa el 13% de la fuerza laboral del país.

Alzugaray estimó que la nueva Constitución recibirá entre “70 y 80%” de los votos válidos: “La sociedad ha cambiado y ese cambio se va a reflejar en el voto”.

Con información de AFP