China acusó este lunes al expresidente de Interpol Meng Hongwei de haber recibido sobornos, pocas horas después de confirmar su detención por presunta “violación de la legislación estatal” y de que el organismo internacional anunciara su dimisión “con efecto inmediato”.

El Ministerio chino de Seguridad Pública informó en un comunicado de la acusación contra Meng, cuya familia denunció su desaparición después de que viajara al país asiático el pasado 25 de septiembre.

Las autoridades chinas destacaron que la presunta corrupción de Meng ha puesto “en grave peligro” al partido y a la Policía

El ministro de Seguridad Pública, Zhao Kezhi, convocó un comité del Partido Comunista para informarle de la acusación contra Meng por “aceptar sobornos” y “violar la ley”, ante lo que el comité mostró su “apoyo unánime” a la investigación y a la lucha anticorrupción encabezada por el presidente Xi Jinping.

 

 

Las autoridades chinas destacaron que la presunta corrupción de Meng ha puesto “en grave peligro” al partido y a la Policía, por lo que ahora se formará un grupo de trabajo para perseguir a aquellos que participaron con Meng a la hora de cometer estos delitos. “Cualquier persona que viole la ley debe ser severamente castigada”, recordó el ministerio, que insistió en que “solo él (Meng) tiene la culpa de estar bajo investigación”.

Los diversos trabajos de Meng lo pusieron en estrecho contacto con los líderes chinos en el ámbito de la seguridad, un sector que desde hace mucho tiempo es sinónimo de corrupción, opacidad y abusos contra los derechos humanos.

Meng, miembro del Partido Comunista, trabajó estrechamente con el ex jefe de seguridad y miembro del Comité Permanente del Politburó, Zhou Yongkang, quien ahora cumple una sentencia de cadena perpetua por corrupción. Zhou fue una de las figuras de más alto perfil atrapadas en la extensa campaña del presidente Xi Jinping contra la corrupción en todos los niveles del gobierno, el ejército y la industria estatal.

China ofreció así más detalles sobre la polémica detención del entonces presidente de Interpol, después de que anoche y tras varios días de silencio, la Comisión Nacional de Supervisión (el órgano anticorrupción chino) informara brevemente de la detención.

 

 

Posteriormente, Interpol anunció haber recibido la renuncia “con efecto inmediato” de su presidente, que accedió al cargo en noviembre de 2016 siendo viceministro de Seguridad Pública del Gobierno chino.

La esposa de Meng, Grace, que fue quien dio la voz de alarma tras la desaparición de su marido, expresó ayer en una rueda de prensa en Lyon su temor por la seguridad de su marido, de quien dijo que cree que se encuentra en peligro, por lo que pidió la ayuda de la comunidad internacional para aclarar su paradero.

Su mujer cree que se encuentra en peligro