La COP25 deja temblando al planeta. Ante las evidencias científicas del peligro al que nos estamos enfrentando, los líderes de doscientos países solo han logrado un acuerdo de mínimos, un llamamiento a las diferentes naciones a realizar esfuerzos más ambiciosos. Eso es todo, y con día y medio de retraso en el cierre de la cumbre celebrada en Madrid.
Al menos, la presidenta y ministra de Medioambiente de Chile, Carolina Schmidt, no ha disimulado los pobres resultados. “El mundo nos observa y espera de nosotros soluciones concretas, soluciones mayores, por lo que no estamos satisfechos, los acuerdos alcanzados por las partes no son suficientes para enfrentar la urgencia de la crisis climática”.
Entre los fracasos más sonados, el que afecta al mercado de carbono. que permite comprar derechos para emitir gases de efecto invernadero. Aunque hay fuentes que consideran que mejor que no haya acuerdo a que haya uno malo.
Y ha habido, incluso algo de optimismo por parte del ministro de Medioambiente de Noruega, Ola Elvestuen: “Esto terminó mejor de lo que parecía hace unos días. Pero ahora tenemos que seguir adelante. Tenemos que aumentar nuestras ambiciones y avanzar a la velocidad necesaria ante esta grave situación en la que se encuentra el planeta”.
Martin Kaise, de Greenpeace Alemania, ha sido más contundente: “Esta conferencia de Madrid es realmente un momento bajo para todo el multilateralismo sobre el cambio climático y ahora le toca a la Unión Europea, con el Green Deal, seguir adelante con una visión clara de una economía libre de carbono”.